Recientemente, el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad del Gobierno de España se ha pronunciado en contra de la dieta Dukan. Esta dieta como muchas otras dietas “milagro” son peligrosas para la salud por el desequilibrio en macronutrientes que producen.
Numerosos sectores que se hacen llamar vinculados a la salud y al bienestar apuestan por transmitir creencias totalmente erróneas sobre la nutrición. Siempre hemos oído hablar de dietas monoalimento (dieta la piña, de la sandía, etc), aquellas en las que sólo obtenemos nuestra energía de un sólo producto y luego otras que suprimen algún macronutriente, es decir, o suprimen proteínas, carbohidratos o grasas (dieta del Dr Atkins, dieta Montignac, etc). Todas estas dietas, en las que se sustituye de forma amplia alguno de estos macronutrientes, es una dieta desequilibrada y muy perjudicial para la salud y el bienestar. En un estudio reciente de Sacks y cols. (2009), se puso de manifiesto que la pérdida de peso conseguida en una muestra de 811 adultos que se sometieron a 4 dietas con diferentes porcentajes de macronutrientes, se justificó por el tiempo que se siguió la dieta y por las calorías que se dejaron de ingerir y no por la distribución de los macronutrientes.
Perder peso es un objetivo que alguna vez en nuestra vida nos habremos propuesto (y no es inmediato), pues bien, se consigue en parte, de una manera muy sencilla como es comer menos. Para llevar a cabo este consejo, podemos utilizar platos pequeños en todas nuestras comidas. Además, señalar que no hay ningún alimento bueno, ni ninguno malo, todos son necesarios en su justa medida, pudiendo abusar de alguno de ellos, como frutas, verduras y pescado en nuestro día a día y no abusar de otros, como carnes grasas, embutidos y bollería industrial.
Nuestro organismo es un sistema que funciona con una entrada de energía (lo que comemos) y con una salida de energía (lo que gastamos), es decir:
- Si comemos más de lo que gastamos por trabajo, ejercicio físico, deporte, etc, ganamos peso.
- Si comemos menos de lo gastamos por trabajo, ejercicio físico, etc, perdemos peso.
Es un sistema sencillo, y creo que fácilmente entendible, lo único y verdaderamente importante para que uno mismo baje de peso, es armarse de fuerza de voluntad y de compromiso.
Además, para facilitar esta pérdida de peso debemos aumentar nuestro consumo de calorías, es decir, hacer más ejercicio físico (correr, nadar, montar en bicicleta, caminar,etc) o llevar una vida más activa (usar siempre las escaleras, ir a la compra caminando, evitar el uso del coche en desplazamientos cortos, etc.).
En definitiva, todo está en nuestras manos, sólo depende de nuestro nivel de compromiso y de nuestra capacidad para implantarnos hábitos más saludables que nos ayudan a controlar más y mejor nuestro peso.
Y para terminar, felicito a este grupo de personas serias, con ética y con valores, que advierten a la población española para que cuide, pero que se cuide de verdad. En concreto al grupo de personas que forman la estrategia NAOS del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad del Gobierno de España.
Numerosos sectores que se hacen llamar vinculados a la salud y al bienestar apuestan por transmitir creencias totalmente erróneas sobre la nutrición. Siempre hemos oído hablar de dietas monoalimento (dieta la piña, de la sandía, etc), aquellas en las que sólo obtenemos nuestra energía de un sólo producto y luego otras que suprimen algún macronutriente, es decir, o suprimen proteínas, carbohidratos o grasas (dieta del Dr Atkins, dieta Montignac, etc). Todas estas dietas, en las que se sustituye de forma amplia alguno de estos macronutrientes, es una dieta desequilibrada y muy perjudicial para la salud y el bienestar. En un estudio reciente de Sacks y cols. (2009), se puso de manifiesto que la pérdida de peso conseguida en una muestra de 811 adultos que se sometieron a 4 dietas con diferentes porcentajes de macronutrientes, se justificó por el tiempo que se siguió la dieta y por las calorías que se dejaron de ingerir y no por la distribución de los macronutrientes.
Perder peso es un objetivo que alguna vez en nuestra vida nos habremos propuesto (y no es inmediato), pues bien, se consigue en parte, de una manera muy sencilla como es comer menos. Para llevar a cabo este consejo, podemos utilizar platos pequeños en todas nuestras comidas. Además, señalar que no hay ningún alimento bueno, ni ninguno malo, todos son necesarios en su justa medida, pudiendo abusar de alguno de ellos, como frutas, verduras y pescado en nuestro día a día y no abusar de otros, como carnes grasas, embutidos y bollería industrial.
Nuestro organismo es un sistema que funciona con una entrada de energía (lo que comemos) y con una salida de energía (lo que gastamos), es decir:
- Si comemos más de lo que gastamos por trabajo, ejercicio físico, deporte, etc, ganamos peso.
- Si comemos menos de lo gastamos por trabajo, ejercicio físico, etc, perdemos peso.
Es un sistema sencillo, y creo que fácilmente entendible, lo único y verdaderamente importante para que uno mismo baje de peso, es armarse de fuerza de voluntad y de compromiso.
Además, para facilitar esta pérdida de peso debemos aumentar nuestro consumo de calorías, es decir, hacer más ejercicio físico (correr, nadar, montar en bicicleta, caminar,etc) o llevar una vida más activa (usar siempre las escaleras, ir a la compra caminando, evitar el uso del coche en desplazamientos cortos, etc.).
En definitiva, todo está en nuestras manos, sólo depende de nuestro nivel de compromiso y de nuestra capacidad para implantarnos hábitos más saludables que nos ayudan a controlar más y mejor nuestro peso.
Y para terminar, felicito a este grupo de personas serias, con ética y con valores, que advierten a la población española para que cuide, pero que se cuide de verdad. En concreto al grupo de personas que forman la estrategia NAOS del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad del Gobierno de España.